jueves, 31 de julio de 2008

Video del Monumento al Perro Callejero



Sin duda alguna, una de las cosas mas emotivas que he visto en los últimos meses y ahora uno de mis preferidos, 4.27 minutos de bella emotividad.
Este video toca lo más profundo del alma, la música y la letra hacen una combinación con las imágenes que lo hacen tan especial, no me canso de recomendarlo.
Paty, Miguel, felicidades por este video.

Ayudemos, hagamos conciencia, ellos nos necesitan, no podemos ser indiferentes a su sufrimiento.

"Mi único delito es vivir en las calles…
Sobrevivir al mundo es una cuestión de horror…
Tu que tienes uno ¡Cuídalo!"
Peluso.

Video de: www.milagroscaninos.org
Letra: Paty España.
Música: Miguel España

Las cenizas de Peluso en el Monumento al Perro Callejero






En este video se puede ver el momento en el que Paty España coloca las cenizas de Peluso en su Monumento, mientras al fondo se escucha la música tan hermosa de su tema, sin lugar a dudas un momento muy emotivo.

Gracias Peluso por inspirar algo tan significativo, gracias, donde quiera que estes...

Foto de: www.milagroscaninos.org

El Monumento al Perro Callejero







"Mi único delito fue vivir en las calles o tener un dueño irresponsable. Yo no pedí nacer y a pesar de tu indiferencia y de tus golpes, lo único que te pido es lo que sobra de tu amor. Ya no quiero sufrir. Es muy triste pero sobrevivir al mundo es solo una cuestión de horror".
.- Peluso

Por fin un gran sueño se logro, cuando el pasado 20 de julio de 2008 se develo el Monumento al Perro Callejero en Av. Insurgentes Sur en el Distrito Federal, el modelo de esta escultura fue el perro Peluso, que Paty España rescato, dándole una mejor vida en Milagros Caninos durante mucho tiempo, lamentablemente Peluso falleció el 15 de julio, pero quedara inmortalizado por siempre en esta escultura que nos recordara la importancia de ayudar a tantos perros necesitados, ahora ya tienen un lugar que los representa y que estará ahí por muchas generaciones.

Felicidades a Paty, Miguel España y todos los involucrados en este proyecto, por dar un paso más para el bienestar de nuestros protegidos y lograr cada día que se acepte que son seres vivos que sienten y sufren. Mil Gracias.

Fotos y texto inicial de http://www.milagroscaninos.org/

sábado, 26 de julio de 2008

Preciosa Terrier busca hogar


Esta preciosa American Sttaforf Terrier de un año de edad está buscando un hogar que la adore...es muy juguetona y puede convivir sin problema con niños y otros perros....está esterilizada, vacunada y desparasitada...la misma historia de abandono de siempre...sólo requiere de una familia responsable que sepa que tener un perrito en casa es un gran compromiso que te llenará de satisfacciones y amor...
Cuca es una peque con mucha fuerza y vitalidad, en realidad es un perrito chaparrito, un poco más grande que un Cocker....le encanta que le rasquen la panza y urge un hogar pues la quieren sacar a la calle...

Por favor reenvía esta información para que más gente la conozca y así la estarás ayudando a encontrar lo que ella realmente merece...

Cualquier información de Cuca por favor llama al TEL 2122 4437, al celular 04455 2657 2034 y al correo romeroa@wyeth.com

Gracias por ayudarla....

Atzimba

Cachorrita de un mes en D.F.



Somos unas personas, que están interesadas en la vida de cualquier ser vivo y salvamos a una cachorra de abandono en la calle, desafortunadamente no podemos tenerla por cuestiones económicas y buscamos personas que quieran adoptarla, para cuidarla y protegerla, como a cualquier ser vivo que necesita atención. La cachorra es de color negro, es criolla, es muy juguetona, cariñosa y muy bonita, tiene aproximadamente 1 mes de edad, están por salir sus dientes, toma mamila por ser muy pequeña aun. Adjunto fotos.

Por favor necesitamos ayuda, si esta interesado en adoptar a la perrita comunícate con Manuel ó Brenda, a los teléfonos 56347526 ó 91166076 ó 0445530842540

domingo, 29 de junio de 2008

El Perro Herido



Manuel Benítez Carrasco (Granada 1922-1999)

Pasó el perro a mi lado; un perro de pobre casta, uno de esos callejeros pobre de sangre y de estampa. Nacen en cualquier rincón de perras tristes y flacas, destinados a comer basura de plaza en plaza. De pequeños, por lo fino y lo ágil de la infancia, baloncitos de peluche, tibios borrones del ala, los sacan al sol, les cantan. De mayores, como que ya se les fue la gracia, los dejan a su ventura, mendigos de casa en casa, sus hambres por los rincones y su sed sobre las charcas. Y qué tristes ojos tienen, qué recóndita mirada, como si en ella pusieran su dolor a media asta; y se mueren de tristeza a la sombra de una tapia, si es que un lazo no les da una muerte anticipada. Yo lo llamo... todo orejas asustadas, todo hociquito curioso, todo sed, hambre y nostalgia. El perro escucha mi voz, olfatea mis palabras como esperando o temiendo pan, cariño o pedradas; no en vano lleva marcado un mal recuerdo en su pata. Lo vuelvo a llamar... dócil, a medias avanza, moviendo el rabo con miedo y las orejitas gachas. Le digo: ven aquí, no te hago nada, vamos ven, y adiós a la desconfianza, y se tiende a mis pies, con tiernos aullidos habla, ladra para hablar más fuerte, salta, gira, gira, salta, lloran y ríen, ríen y lloran lengua, orejas, ojos, patas y el rabo es un incansable abanico de palabras. Es una alegría tan grande que más que hablarme me canta. ¿Qué piedra te dejó herido? Sabe que maldigo las piedras, aquella pedrada dura que le destrozó la pata, y él con el rabo me está agradeciendo la lástima. Pero no te preocupes, ya no ha de faltarte nada, yo también soy callejero, aunque de distintas plazas, y con mi patita renga y triste voy de jornada en jornada, las piedras que me tiraron me dejaron herida el alma. Entre basuras de tierra tengo mi pan y mi almohada, ¡vamos pues, vamos perrito mío! vamos anda que te anda, con nuestra renguera a cuestas y nuestra tristeza en andas, yo por mis calles oscuras, tú por tus calles calladas, tú la pedrada en el cuerpo, yo la pedrada en el alma. Y cuando mueras amigo, yo te enterraré en mi casa, bajo un letrero que diga: aquí yace un amigo de mi infancia, y en el Cielo de los perros, tan puro, tan tierno, te regalará San Roque una muleta de plata. Compañero si los hay, amigo donde los haya, mi perro y yo por la vida, pan pobre, rica compañía. Era joven y era viejo por más que yo lo cuidara, el tiempo malo pasado lo dejó medio sin alma; fueron muchas hambres, mucho peso para sus tres patas. Y una mañana en el huerto debajo de mi ventana, lo encontré tendido, frío, como una piedra mojada; ya estaba mi pobre perro muerto de las cuatro patas. Hacia el Cielo de los perros se fue anda que te anda, las orejas de peluche y el hociquito de escarcha. Portero y dueño del Cielo, San Roque en la puerta estaba, ortopédico de mimos, cirujano de palabras, con buen surtido de recambios con que curar viejas talas. Para ti un rabo de oro, para ti un ojo de ámbar, tú, tus orejas de nieve, tú, tus colmillos de escarcha; tú ­y me perro le reía- tú, tu muleta de plata. Ahora ya sé porque está la noche agujereada. ¿Estrellas? ¿Luceros? No, es mi perro que cuando anda con la muleta va haciendo agujeritos de plata.

A mi perro con amor



Extracto del libro "Talking to Heaven"
(Hablando con el cielo) de James Van Praagh


Nuestras mascotas van a un cielo, un tipo físico de mundo muy hermoso: el mismo que ocupamos los humanos. Cuando fallece un animal, salen a recibirlo los seres humanos (uno o varios) con quienes mantenía una buena relación en la tierra. Si no hay nadie disponible, si el animal no compartió su experiencia terrenal con un humano, a menudo lo reciben cuidadores de animales, almas generosas que cuidan de nuestras mascotas hasta que alguien con quien mantuviera fuertes lazos afectivos se reúna con él en el mundo espiritual. Con toda probabilidad esos cuidadores son personas que, en la tierra, adoraban a los animales. Es bastante común que el animal recientemente fallecido regrese a su residencia terrenal con toda probabilidad se sentará en la misma silla, dormirá en el mismo sitio y te observará con toda atención. Recuerda la bondad y el amor que recibió de ti en la tierra, a menudo volverá para velarte y protegerte.